El subcampeonato que simbolizó el triunfo del fútbol base. El de una UD Las Palmas compuesta casi en su totalidad por canarios: Guedes, Tonono, Germán y Castellano como canteranos destacados de un equipazo dirigido de forma magistral por Molowny. Esta mítica versión amarilla alcanzó el top-3 del fútbol español durante dos temporadas seguidas. Del tercer puesto de la 1967/68 se pasó al segundo de la campaña siguiente, siendo el subcampeonato de la 1968/69 la mejor clasificación del club isleño.