Defendió por primera vez el arco del RCD Espanyol el 22 de abril de 1916. Era un crío, apenas 15 años, y el estreno deparaba una prueba de fuego. El Real Madrid de René Petit y Santiago Bernabéu en O'Donnell. Pero Ricardo Zamora, lejos de verse sobrepasado, resultó decisivo para que el conjunto blanquiazul arañase un empate (1-1). Solo Bernabéu, precisamente, pudo batirle. El inicio de la leyenda de uno de los mejores porteros de la historia.
Había quedado tercero en la pasada Liga y, en la nueva temporada, disputaba la Copa de la UEFA. El optimismo llegó a todas las esferas, tal y como se comprobó en la presentación en Sarriá. Tal era la confianza de aquel grupo que se habló de ser campeones. Y lo que empezó como un sueño casi se hizo realidad en la UEFA. El RCD Espanyol, que disputó la primera final europea de su historia, rozó la gloria. Entre tantas proezas llegó la debacle y se esfumó un título que estaba ganado.