Peñarol, como campeón de América, y Aston Villa, como campeón de Europa, se jugaron el trono mundial el 12 de diciembre de 1982 en el Olímpico de Tokio ante 62.000 espectadores. La extinta Copa Intercontinental. El conjunto uruguayo ganó 2-0 al Villa, con goles de Jair Gonçalves y de Walkir Silva, y entró directo en la historia. Pasó a ser el club que lideraba el palmarés de la competición, el único con tres Intercontinentales en ese momento. Peñarol se situó como el primer tricampeón mundial.
Con David Platt, el Aston Villa pasó de la Second Division a rozar el título de la First Division. Platt fue elegido Jugador del Año en la 1989/90 y marcó 64 goles durante tres temporadas con los villanos.