Fernando Gomes, Bota de Oro; seguido de Peter Houtman, Plata, y Nikos Anastopoulos y Charlie Nicholas, Bronces
La Bota de Oro reconoce anualmente al máximo goleador de las ligas europeas. En la 1982/83 L´Équipe concedía este premio sin tener en consideración el nivel de los campeonatos. Ganaba el que más goles marcaba y, en este sentido, los 36 de Fernando Gomes con el Porto le dieron al portugués la primera de sus dos Botas de Oro. El fútbol luso no conquistaba la Bota de Oro desde los tiempos de Eusébio (1967/68 y 1972/73) y Héctor Yazalde (1973/74) y Gomes lo impulsó de nuevo al primer plano continental. Al delantero centro azul y blanco le acompañaron en el pódium el neerlandés Peter Houtman, Bota de Plata, 30 dianas con el Feyenoord, y como Bronces empataron a 29 goles Nikos Anastopoulos, del Olympiacos, y Charlie Nicholas, del Celtic, aunque la Bota de Bronce fue para el heleno. Gomes, Houtman y Anastopoulos recibieron en París sus respectivas botas con la de Gomes revestida de dorado. Nadie gritó tantas veces gol que el legendario Dragón. Fernando Gomes, Bota de Oro 1982/83. Cañonero entre cañoneros. Bibota.
BOTA DE ORO: Fernando Gomes
Leo Messi encabeza el palmarés de la Bota de Oro seguido por Cristiano Ronaldo. 6 atesora el argentino, 4 el portugués. En el tercer escalón hay muchos jugadores con 2, entre los que aparece Fernando Gomes igualado con Eusébio. Ambos fueron los únicos lusos ganadores de la Bota de Oro, además por partida doble, hasta que Cristiano les ha doblado reclamando el trono. Bibota Gomes, en sus dos gestas doradas, metió 36 goles en 29 partidos (1982/83) y 39 en 30 (1984/85). Esta primera coincidió con su vuelta al Porto tras su paso por el Sporting de Gijón. El elenco asturiano lo fichó como recambio de Quini. Una lesión grave truncó su primera campaña y recuperó parte del olfato durante el segundo curso, siendo finalista de la Copa con el Sporting. Quedándole un año de contrato, la saudade le empujó de vuelta a casa; eso unido a la insistencia de Pinto da Costa, recién llegado a la presidencia, y de José Maria Pedroto, otro que también retornó a Das Antas. Gomes, que sacrificó mucho dinero para volver, resurgió, alcanzó su mejor nivel y conquistó la Bota de Oro. Aportó el 50% de los goles del subcampeón Porto, 36 de 73, en aquel Campeonato que se llevó el Benfica. Una vez concluida esa 1982/83, RTP emitió un reportaje sobre el Bota de Oro y máximo goleador de la liga lusa, en el que Pedroto repasaba las cualidades de su pupilo: rapidez, remate de cabeza, chut con ambos pies, dominio de la bola al segundo toque, desmarques y, por encima de todo, lectura inteligente del juego, saber donde estar en el momento exacto. Ser un punta tan completo permitió al de Campanhã ser uno de los grandes de su país. Máximo goleador histórico de Os Dragões, seis veces máximo realizador de Portugal y solo Fernando Peyroteo y Eusébio le superan en número de goles en el fútbol luso. Siempre que contó con confianza y le respetaron las lesiones rompió a golear, excepción hecha de la Selección. Eso sí, el azul y blanco sacó lo mejor del '9'. La influencia del Bota de Oro proyectó el nacimiento de una nueva potencia: FC Porto. Resultaron significativas las dos Ligas de finales de los setenta, poniendo fin a 19 años de sequía, y a mitad/finales de los ochenta la Copa de Europa, Supercopa e Intercontinental. Bibota Fernando Gomes, un señor dragón de los pies a la cabeza. Eterno.
BOTA DE PLATA: Peter Houtman
Máximo goleador de la Eredivisie por primera y única vez. Desde Ove Kindvall ningún atacante del Feyenoord era top scorer de los Países Bajos. Peter Houtman sumó 30 dianas en 32 partidos en la 1982/83. Un poco lejos de los 36 de Gomes. Sin embargo, la consecución de la Bota de Plata resaltó el cénit de este tanque neerlandés justo cuando por fin pudo consolidarse en el club de su ciudad y del que es fanático. La carrera del punta de Rotterdam se resume por las idas y venidas. Jugó tres veces distintas con el Feyenoord y otras tres con el Groningen, los dos sitios donde más huella dejó. Tras formarse en la cantera del Feyenoord, salió cedido al Groningen siendo máximo goleador de Segunda (1977/78). El curso posterior lo pasó entre el Feyenoord y el Brujas (1978/79). Regresó al Groningen e inició el despegue. Sus goles ascendieron a Los Granjeros y los consolidaron en la primera categoría, de modo que se ganó el billete de vuelta a De Kuip. Aquella Bota de Plata 1982/83 se tornó en un buen presagio porque los de Thijs Libregts hicieron doblete en la 1983/84 con Houtman decisivo para conquistar Liga y Copa. Esta vez llegó a las 21 dianas en la Eredivisie, máximo goleador del equipo seguido de André Hoekstra, Ruud Gullit y Johan Cruyff, y, además, marcó el único gol de la final copera frente al Fortuna Sittard. Eran, en fin, los mejores años de Houtman. Entre 1983 y 1985 acumuló sus 8 internacionalidades con la Oranje, metiendo 7 goles. Si se requerían balones colgados o centros allí estaba él para conectar sus latigazos de testa. Los cabezazos de Houtman solían ser más duros que sus disparos y eso que le pegaba duro con ambas piernas. No obstante, las limitaciones técnicas le originaron problemas en más de una ocasión, impidiéndole triunfar en un fútbol como el portugués cuando militó en el Sporting. Una vez retirado, desde hace 27 años, pone su voz como speaker de De Kuip. Lamentablemente, el pasado mes de enero de 2025 anunció que lo dejará a causa del alzheimer. Su esposa Gina sufre leucemia y Peter quiere pasar todo el tiempo junto a ella. La familia es lo único que queda en esta montaña rusa llamada vida.
BOTA DE BRONCE: Nikos Anastopoulos y Charlie Nicholas
A siete goles de Fernando Gomes y a uno solo de Peter Houtman se quedaron Nikos Anastopoulos (recibió la Bota de Bronce) y Charlie Nicholas, autores de 29 goles en la Super Liga griega y la Scottish Premier League. Si trasladaramos la mitología griega antigua al deporte rey, el bigotudo Anastopoulos encajaría haciendo de dios del gol. La historia le acredita como el máximo goleador del combinado nacional heleno, como el que estrenó la cuenta de Grecia en las Eurocopas (1980), como el primer griego que jugó en la Serie A italiana (Avellino), además de los cuatro galardones como máximo realizador de la Super Liga. Anastopoulos, delantero móvil y técnico, marcó 29 goles en la 1982/83 y alzó el campeonato. Bota de Bronce y tercera Liga consecutiva, cuarta seguida del Olympiacos. Moustakias (bigote en griego) formó parte de los de El Pireo hasta en tres ocasiones y jugó su mejor fútbol entre 1981 y 1987. Encandiló a los aficionados a base de momentos europeos estelares. Primero sus tres goles con el Panionos en la Recopa 1979/80 y luego el doblete que apeó al Ajax de Marco Van Basten y Ronald Koeman de la Copa de Europa 1983/84. Una temporada antes –la que Anastopoulos y Charlie Nicholas fueron Botas de Bronce–, el escocés también fue verdugo en la Copa de Europa de un Ajax en el que jugaba Johan Cruyff. El Holandés Volador presenció atónito el golazo de Charlie en su templo, el Olímpico de Amsterdam. El primer tanto del 1-2 del Celtic en el Amsterdam Arena, uno de los mejores partidos europeos a domicilio de Los Hoops. El tanto repleto de clase ante el Ajax subió la cotización de Charlie como la espuma. Claro que en esa 1982/83 marcó la friolera de 52 tantos entre todas las competiciones. Tenía 21 años, era increíblemente talentoso y estaba a la altura de Kenny Dalgish en cuanto a impacto inmediato. Liverpool, Arsenal y Manchester United se lo rifaron para la siguiente campaña y eligió a Los Gunners. Aquel fichaje sonado marcó el principio del fin de lo que hubiera podido ser una carrera rutilante a la altura de las principales leyendas del Reino Unido. Dicen que erró al no elegir Anfield. Las luces de Londres nublaron su cabeza y El Maestro pasó a ser Champagne Charlie, queriendo ser Bono. Asimismo, las lesiones y la condición física también le perjudicaron, pero, entre tanto, Highbury se deleitó de su inmensa calidad cuando la mostró. Volvió al Celtic a principios de los noventa, aunque ya no era el de la 1982/83. Gomes, Bota de Oro. Houtman, Bota de Plata. Anastopoulos y Nicholas, Botas de Bronce.
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