Una de las grandes goleadas del Athletic y la peor paliza encajada por el Zaragoza, partido lluvioso con pelea en la grada por los paraguas que dificultaron la visión a algunos hinchas
La típica lluvia bilbaína cayó con tanta constancia como lo hizo la totalidad de los once goles. Los aficionados llenaron San Mamés provistos de sus paraguas y algunos se pusieron de mal humor porque los paraguas les dificultaron la visión del encuentro. Hubo discusiones y se originó una trifulca de acuerdo a lo expuesto en el Libro de Oro del Athletic de El Correo: "El Athletic se impone 10-1 al Zaragoza en la tercera jornada de la Liga 1951/52. Lo que marca el choque es la pelea en los graderíos por los paraguas que impiden ver el partido a algunos hinchas. Nadie quiere perderse la lluvia de goles". El Athletic sacó el rodilló y tocó diana diez veces sin su gran goleador Zarra. Telmo se lo perdió por lesión, pero sí estuvieron Iriondo, Venancio, Panizo y Gainza, cuatro de los cinco Catedráticos, la segunda delantera histórica del Athletic. Panizo hizo un póker, Ignacio Garate y Gainza sendos dobles y Manolín y Venancio un gol cada uno. Por parte de un pobre Zaragoza, Rosendo Hernández marcó el gol del honor, si puede denominarse así bajo tales circunstancias. Esta es una de las mayores goleadas de los rojiblancos y, a su vez, la peor encajada por el Zaragoza en toda su historia. El sirimiri aceleró la cacería de Los Leones, ahogó a los maños y sacó los paraguas junto a la posterior pelea en las gradas. 10-1. La goleada de los paraguas.
10- Athletic: Carmelo Cedrún; Canito, Serafín Areta, Garay; Manolín, Nando; Iriondo, Venancio, Ignacio Garate, Panizo y Gainza.
1- Zaragoza: Vélez; Venys, Calo, Jugo; Zubeldia, Esquerda; Tino, Ojinaga, Noguera, Belló y Rosendo Hernández.
Goles: 1-0 Garate min.6, 2-0 Panizo min.7, 3-0 Panizo min.11, 4-0 Garate min.41, 5-0 Manolín min.52, 6-0 Venancio min.57, 7-0 Gainza min.59, 8-0 Panizo min.60, 8-1 Rosendo Hernández min.75, 9-1 Gainza min.76, 10-1 Panizo min.79.
Árbitro: Azón Roma (Comité catalán).
Las cuatro goleadas de dos digitos del Athletic de Los Catedráticos
987 goles registró aquella Liga 1951/52. A una media de 4,11 por encuentro. Primaron las avalanchas ofensivas con el fin de anotar muchos tantos, sin importar tanto encajarlos, y los sistemas de cinco atacantes contra tres cierres facilitaron los marcadores abultados. Fue tiempo de cuatro o cinco aspirantes al título, reforzados por sus quintetos antológicos. Como Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza, la segunda delantera histórica del Athletic, sucesores de Lafuente, Iraragorri, Bata, Chirri II y Gorostiza, la primera delantera histórica de los del Botxo. La segunda marcó una época al igual que la primera. También firmó innumerables victorias aplastantes. Estas fueron las de dos digitos: 12-1 al Celta en la Copa 1946/47, 10-0 al Lleida en la Liga 1950/51, 10-0 al Celta en la Liga 1941/42 y 10-1 al Zaragoza en la Liga 1951/52. Estos tres encuentros ligueros, incluido el 10-1 al Zaragoza, forman parte del Top 10 de mayores goleadas de Primera División, ocupando el primer puesto del ránking otro 12-1 del Athletic, el de la primera delantera histórica al Barcelona en la Liga 1930/31. No obstante, ambos 12-1 no figuran como las mayores palizas de la historia zurigorri, lo son varios 12-0 del Campeonato Regional ante el Sestao River en la 1923/24 y el Irun Sporting en la 1913/14. Por su parte, respecto al Zaragoza, el 10-1 de San Mamés queda marcado como su peor resultado, más que sendos 8-0 infligidos por el Barcelona de Kubala también durante la década de los cincuenta, Liga 1952/53 y Copa 1957/58.
El Athletic venía de alzar cuatro Copas, una Liga y una Copa Eva Duarte, justificando su fama de puntero. El Zaragoza, fundado en 1932, iba a cumplir 20 años en esta 1951/52. Tras la Guerra Civil hizo sus tres primeras apariciones en Primera y luego atravesó una crisis y bajó a Segunda, incluso a Tercera. No obstante, estando en Segunda, sorprendió fichando a Josep Gonzalvo y Rosendo Hernández, ambos mundialistas con España en Brasil 1950. Este Zaragoza ascendió a Primera. Cuarta temporada entre los grandes. Gonzalvo se perdió la 1951/52 por una tisis, Elemér Berkessy reemplazó a Juanito Ruiz (técnico del 10-1) y Rosendo Hernández, Calo y János Hrotkó tiraron del carro para sellar la permanencia. El conjunto aragonés, por cierto, se vengó del 10-1 eliminando al Athletic de la Copa. Remontó el 3-0 de San Mamés con un 4-0 increíble en Torrero. El Athletic del 10-1, entrenado por la leyenda José Iraragorri (de la primera delantera histórica y quinto máximo goleador del club vasco), quedó subcampeón de Liga. El Barça, en el primer campeonato jugado por Kubala, aventajó en tres puntos a los bilbaínos, penalizados por su irregularidad fuera y por la baja de Zarra. El seis veces Pichichi primero se lesionó durante el verano jugando al frontón en su pueblo. Al poco de reaparecer se rompió ante el Atlético en noviembre. Adiós temporada. Por contra, la mejor noticia estuvo bajo palos. El cachorro Carmelo Cedrún, titular ante el Zaragoza, empezó a coger el relevo de Lezama. De mito a mito. "Iraragorri puso un interés tan grande en mí que no encuentro palabras para definirlo. Al cabo de un año me alternaba con Lezama. Gracias a José hice realidad mi sueño y he llegado a ser lo que soy" expresó emocionado Cedrún padre en su coleccionable de Ídolos del Deporte.
10-1 con Panizo cuatro goles de Panizo
"Fácil victoria del Athletic. El resultado lo dice todo con harta elocuencia. Si bien, el abrumador dominio local no corresponde, en realidad, a una excepcional actuación, ya que ha hecho más el Zaragoza con su pobreza de juego que el propio Athletic para encajar esos diez goles". Extracto del 10-1 del Semanario Gráfico de Los Deportes de Marca. Ahora bien, vencer jamás resultó sencillo. Menos meter diez. Ni en esos tiempos. Lo que hizo el cuadro vizcaíno es convertir lo extraordinario en cotidiano. No es demérito del adversario, sino el tremendo potencial de un grupo de jugadores vascos únicos que hizo de las goleadas su pan de cada día. El Zaragoza, recién ascendido que venía de encajar seis y anotar cinco en el 5-6 ante el Espanyol en Torrero, esta vez recibió cuatro goles más e inquietó poco a Carmelo. Pagó los platos rotos de la derrota del Athletic contra el Barcelona en Les Corts (1-0), encuentro recordado por el primer gol de Kubala en la Liga. Los Catedráticos, a medio camino entre la exquisitez y el pundonor, pues no hay que olvidar que eran Leones, arrasaron a los de Juanito Ruiz combinando calidad, empuje y pegada. El 10-1 dejó un paisaje sobre barro. Típica postal color sepia vintage que se encuentra en los rastros. Solo faltaría que se ilustrase la pelea originada por los paraguas, aunque algo de la lluvia apareció en un pie de foto de Marca: "Clásico día vizcaíno de sirimiri. Por ello los bilbaínos jugaron a sus anchas y por ello Panizo logró remates de tan bella factura como este que transformó en gol". Uno de sus cuatro tantos, dos por cada parte. Panizo todo lo hizo bonito a raíz de su depurada técnica, nunca vista entonces por los athleticzales que acudían a La Catedral. El interior de seda fue el mejor de un partido en el que también se salieron Ignacio Garate y Piru Gainza. Siempre el Gamo de Dublín. Por parte visitante se salvaron Rosendo Hernández y el portero Julio Vélez, que hizo su debut en Primera. Pese a los diez tantos recibidos, el de Durango evitó que la humillación más dolorosa del Zaragoza fuese aún peor.
El Athletic resolvió por lo rápido. 4-0 en la primera parte, ganando 3-0 antes del primer cuarto de hora. Aquí Ignacio Garate y Panizo se repartieron el botín a pares. Garate marcó en el minuto 6, Panizo en el 7 y de nuevo en el 11. El Zaragoza respiró hasta cerca del descanso en parte porque Calo, el hermano de César Rodríguez, cortó varios centros envenenados de Iriondo y Gainza. Los Leones, más cómodos que su rival sobre la superficie lluviosa, volvieron a rugir. Garate culminó su gran primera mitad y batió a Vélez para el cuarto en el minuto 41. En la primera parte, el portero blanquillo sacó cuatro veces el balón de su portería. En la segunda seis, empezando por cuatro goles más en apenas ocho minutos: Manolín en el 52, Venancio en el 57, Gainza en el 59 y Panizo en el 60. Los de Iraragorri salieron como una exhalación en ambas partes. Ahí estuvo la clave. Panizo y Gainza rompieron por la ala izquierda. Garay, mítico zaguero de buen toque, cortó y ofreció salida. Venancio, cuyo disparo era temido por los porteros rivales, marcó 1 de sus 17 goles de la 1951/52, su curso más realizador como león. Zubeldia, medio vasco del Zaragoza, presentó batalla, pero claudicó ante sus dominadores compatriotas. Al menos para los aragoneses el Athletic bajó un poco su ritmo, mientras los incidentes de la grada desviaron el foco. El Zaragoza aprovechó y anotó su único tanto en el minuto 75, obra de Rosendo Hernández, su mejor jugador. Tras el gol maño un minuto tardó Gainza en responder, minuto 76, y Panizo le siguió la corriente para cerrar el 10-1 en el minuto 79. De la segunda delantera histórica solo Iriondo faltó a la cita con el gol. Sin contar, claro está, el lesionado Zarra. De haber estado el máximo goleador histórico del Athletic (335 partidos en 353 partidos), ¿cuál hubiera sido el resultado? El Zaragoza intentó maquillarlo un poco al final, pero Carmelo sacó un par de buenas manos ante Belló y Noguera. Athletic 10-1 Zaragoza. Tercera jornada de la 1951/52. La goleada de los paraguas.
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