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El golazo de Lasa al Sevilla desde 58 metros

Mikel Lasa marcó al Sevilla el gol de su vida. Batió a Juan Carlos Unzué con un zurdazo desde más allá del centro del campo, narrado así por el propio lateral izquierdo del Real Madrid: "Robé el balón a Davor Šuker, vi a Juan Carlos Unzué adelantado, llegué al centro del campo y ahí tiré sin saber donde estaba el portero". Chutó a 58 metros de la portería, a una velocidad de 67,3 km/h. y el balón tardó 3,1 segundos en llegar hasta la jaula. Misil, parábola colosal. Golazo impropio de un defensa, celebrado con pañuelos blancos por los 100.000 espectadores que abarrotaron el Santiago Bernabéu. Lasazo. 5 de febrero de 1995.

 

Este Real Madrid-Sevilla, disputado en domingo bajo las cámaras de Canal Plus, cerró la jornada 20 de la Liga 1994/95. El inicio de la segunda vuelta. El Madrid de Valdano, campeón de invierno, mandaba con autoridad sobre el resto. No obstante, el Sevilla de Luis Aragonés, sexto en la Liga y recién eliminado de la Copa por el Sporting de Gijón, resultó un incómodo visitante. El Sabio de Hortaleza, en su partido 500 como entrenador, planteó un choque de achique. Sin espacios y con la amenaza de Šuker al contraataque. Al Madrid le tocó ponerse el mono de trabajo y, finalmente, encontró el premio a la insistencia en la segunda parte. Raúl González abrió la lata en el minuto 61 y Lasa sentenció en el minuto 91, cuando el conjunto hispalense estaba volcado sobre la meta de un Paco Buyo que también hizo historia en este partido. El mítico portero gallego batió el recórd de imbatilidad de Miguel Ángel en el marco del Real Madrid. 

 

 

Segundo gol más lejano de la Liga

 

Lasa marcó el gol del año y, consciente de que siempre sería recordado por ello, disfrutó viéndolo repetido: "He visto el gol una y otra vez, es uno de esos goles que no te cansas de mirar. Cada vez que lo veo lo disfruto con más alegría". El lateral también destacó la dificultad de ejecución desde 58 metros: "Hay veces que en los entrenamientos tiramos desde ahí y ni llegamos a puerta. Son goles muy difíciles. Igual lo intentas cien veces y a lo mejor ni te sale"Cabe recordar que Lasa ya marcó antes otro tanto histórico. El 2-0 que sentenció la final de la Copa del Rey de la 1992/93 ante el Real Zaragoza, dejando sentado a Cedrún con un recorte y batiéndole con la derecha, la pierna mala. "He sido poco goleador, pero los goles que he marcado siempre han tenido una significación especial, bien por lo que representaban o bien por su espectacularidad" declaró el de Legorreta. 

 

Aragón, Hagi, Zalazar, Simeone, Mijatović y Tomás también se apuntaron a la moda de marcar desde el centro del campo por aquel entonces, pero ninguno lo hizo a tanta distancia. De hecho, el de Lasa fue el gol más lejano de la historia de la liga española durante casi dos décadas. Hasta que el central numantino Antonio José González Santos lo superó anotando desde 65 metros ante el Sevilla (2-1) en Los Pajaritos. 

 

Como no podía ser de otra manera, Lasa acaparó los halagos del club merengue, empezando por su entrenador. Jorge Valdano, que inicialmente no contaba con él, fue de los más felices: "Me gustó que Lasa recibiera un premio tan grande por un golpe de atrevimientoMe dio mucha alegría. Era un jugador que al principio no contaba. Sin embargo, siguió trabajando y sumando. Este día será inolvidable para Lasa y para todos". También Iván Zamorano, Pichichi de la 1994/95, ensalzó a su compañero de equipo: "Ha sido un remate espectacular, por el gol en sí y por lo que significaba para el equipo". Asimismo, los directivos también aprovecharon la oportunidad de destacar el golazo que vieron desde el palco. Inocencio Arias, director general del Madrid: "Qué decir del gol de Lasa, ha sido algo histórico, algo hermoso". Juan Manuel Herrero, presidente de la Junta Gestora del Madrid: "Lo de Lasa es algo excepcional y antológico". 

 

El Lasazo resultó una merecida recompensa a la superación ante la más dura adversidad. Al sobreponerse cuando te dicen que no cuentan contigo desde el verano. Caso parecido a los de Zamorano y Amavisca; también estaban en la rampa de salida y fueron titularísimos, siendo decisivos para ganar la Liga. Lasa, en cambio, lo tuvo más difícil, ya que se pasó en la grada 13 de los primeros 14 partidos de Liga. Jugó dos partidos en septiembre (Logroñés en la Liga y Sporting de Portugal en la Copa de la UEFA) y no volvió a vestirse de corto hasta diciembre. La grave lesión de Míchel en Anoeta propició la entrada de Lasa al once titular. Luis Enrique, lateral izquierdo, ocupó el sitio del '8' y Lasa pasó al carril zurdo de la retaguardia. A base de entrega y compromiso, el guipuzcoano convenció a Valdano y se hizo con el puesto. Disputó en la 1994/95 un total de 28 partidos, todos como titular (25 de Liga, 2 de la Copa del Rey y 1 de la Copa de la UEFA). El colofón final de Lasa, más allá de su extraordinario golazo desde 58 metros, fue ir a la Cibeles a festejar una Liga muy celebrada por el madridismo.

 

 

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