El brasileño llegó procedente del Middlesbrough en la 1997/98
Emerson Moisés Costa recaló en la liga española a mediados de enero de 1998. El CD Tenerife incorporó al centrocampista brasileño después de llegar a un acuerdo con el Middlesbrough a cambio de 1.000 millones de las antiguas pesetas.
El Tenerife 1997/98 al que llegó Emerson atravesaba momentos de máxima dificultad. En puestos de descenso, ganando únicamente un partido de los últimos trece. Tan lejos del Tenerife de la campaña anterior que rozó la final de la Copa de la UEFA. ¿Cómo se puede cambiar tanto en menos de un año?
Javier Pérez marcó la clasificación para Europa como objetivo, sin renunciar al deseo de llevar un título a las vitrinas. El mítico presidente gastó 5.000 millones de pesetas en refuerzos, resultado del chorro del dinero de las teles y del boom de la Ley Bosman. Durante el verano llegaron Makaay, Domingos Paciência, André Luiz, Vierklau y Slovák, de los cuales solo funcionó Makaay. Asimismo, como sustituto de Jupp Heynckes eligió a Víctor Fernández, campeón de la Recopa y de la Copa del Rey con el Zaragoza desplegando un gran fútbol.
Víctor Fernández fue fulminado a principios de noviembre con el Tenerife decimotercero, a tres puntos del descenso. Pesó la eliminación en la Copa ante la UD Las Palmas, entonces en Segunda, además de tener al equipo lejos de Europa. Tras el cese del maño, Javier Pérez puso a Artur Jorge, entrenador portugués de prestigio internacional que dirigió al PSG de Weah y Ginola. Artur Jorge, cobrando un pastizal, resultó un fiasco. El combinado blanquiazul entró en el descenso a principios de diciembre y buscó soluciones en el mercado invernal. Juan Carlos Unzué, Álvaro Benito y Emerson Moisés Costas reforzaron al equipo de cara a salir del atolladero.
Oporto, Middlesbrough y Tenerife
Emerson empezó en el Flamengo y el Coritiba. Con 20 años cruzó el charco y causó sensación en Portugal. Tras un primer paso en Os Belenenses, creció en el Oporto de la mano de Bobby Robson y de su ayudante, José Mourinho. Entre Emerson y Domingos Paciência, con el que volvió a coincidir en el Tenerife, hicieron a los Dragões Azuis dominadores del campeonato luso. Cayeron dos ligas (1994/95 y 1995/96) y Emerson fue nombrado mejor jugador de la temporada 1995/96. El brasileño empezó a asomarse en el radar de los grandes. El Real Madrid sopesó juntarlo con Redondo, pero Bryan Robson, entrenador del Middlesbrough, le convenció para ir a la Premier League. En el Boro formó una conexión mágica junto a Juninho y Ravanelli, aunque sufrió el descenso a la First Division y la final perdida de la FA Cup contra el Chelsea en la 1996/97. Por otro lado, Bobby Robson quiso volver a reunirse con su 'monstruo' en el FC Barcelona. Hubo contactos entre el Barça y el jugador, respondidos por la rotunda negativa de los de Yorkshire a vender. Ello, sin embargo, inició una serie de capítulos extradeportivos de Emmo con su club que desembocaron en la posterior salida al Tenerife: "Les causé problemas, pero era joven. Me sorprendió cuando se deshicieron de mí, pero no les di otra opción" reconoció Emerson.
Artur Jorge recomendó el fichaje de Emerson y el acuerdo se selló en 6,40 millones de euros según Transfermarkt (1.065 mill. de pesetas). El brasileño, además, ocupaba plaza de comunitario, ya que poseía pasaporte portugués. Otro punto a favor de un jugador codiciado por los grandes, hecho confirmado por Javier Pérez en la presentación de Emerson a los medios: "Tuvo ofertas del Barcelona y Atlético de Madrid. Es un jugador de los que gustan a los aficionados tinerfeñistas". También cabe destacar la impresión que el de Río de Janeiro causó en la revisión médica al doctor del club, Julián González: "De los futbolistas a los que he examinado a lo largo de mi carrera profesional es el más fuerte. El que en mejor forma está". No en vano, Emerson era un portento físico. Potente, bregador y llegador. Un brasileño que no era brasileño.
El mediocentro de 25 años debutó con goleada al Compostela (5-1) el 25 de enero de 1998 (mejor partido de la breve era de Artur Jorge). Parecía que por fin arrancaba el Tenerife de Artur Jorge, pero las malas sensaciones volvieron, recordando la realidad de sufrir hasta el final. Javier Pérez destituyó a Artur Jorge a mitad febrero y Juama Lillo se convirtió en el tercer entrenador del curso. Último recurso para evitar la debacle. Al final, el efecto Lillo (tres victorias y dos empates en las últimas cinco jornadas) y la aportación de Emerson salvaron al Tete del descenso. Emerson estrenó su cuenta goleadora ante la Real Sociedad (1-1) en la penúltima jornada y participó en la victoria frente al Valencia (3-2) de la última jornada que selló la permanencia con el gol de penalti de Jokanović.
La amenaza de descenso apareció de nuevo en la siguiente campaña y esta vez sí se cobró la plaza de los chicharreros. A Segunda tras nueve temporadas seguidas en Primera que marcaron la era dorada del club (dos clasificaciones europeas, una semifinal de la UEFA, una semifinal de la Copa del Rey, amén de las dos Ligas perdidas por el Real Madrid en el Heliodoro). Emerson fue el componente del plantel que más minutos disputó durante la fatídica 1998/99. Sufrió el descenso y jugó su última campaña con el Tenerife en Segunda, sin poder devolverlo a Primera debido a la inestabilidad que rodeó a la mejor plantilla de la categoría. Emerson dejó el conjunto isleño con un balance de 94 partidos y 5 goles. Sufrió el ocaso del proyecto de Javier Pérez, teniendo a siete entrenadores en dos temporadas y media: Artur Jorge, Lillo, Carlos Aimar, Robi, Sandreani, Castro Santos y Cappa. Pese a todos los problemas, jugó con todos estos técnicos y lo hizo a buen nivel, demostrando su gran capacidad para abarcar terreno de juego. Disfrutó, en definitiva, del calor del Heliodoro como también de las noches en las Verónicas. Después probó en el Deportivo de La Coruña y el Atlético de Madrid, donde no se vio al Emerson del Tete.
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