George Best, Balón de Oro en 1968 con 22 años
Un joven norirlandés del Manchester United revolucionó el fútbol en la década de los 60. Llegó a la elite poco antes de cumplir la mayoría de edad y se convirtió enseguida en un fuera de serie, dotado de un cambio de ritmo brutal y una personalidad arrolladora. George Best, que formó junto a Bobby Charlton y Denis Law la legendaria United Trinity, se encumbró al ganar el Balón de Oro con tan sólo 22 años en 1968, año en el que se proclamó campeón de la Copa de Europa con el Manchester United, marcando un gol decisivo en la final ante el Benfica (4-1). El Balón de Oro supuso la culminación a una irrupción espectacular antes de que los excesos derivados de la fama fuesen apagando la estrella más brillante del Manchester United. The Best.
El Georgie de la infancia era tímido, ingenioso y aplicado en la escuela. Le encantaba el Wolverhampton, del que se enamoró viendo sus amistosos por la televisión ante equipos rusos. Soñaba con jugar en el Wolves, pero Bob Bishop, jefe de ojeadores del United en Irlanda del Norte, descubrió su talento y mandó el siguiente telegrama a Sir Matt Busby: "Creo que te encontrado un genio". El Chico de Belfast, de esta forma, ingresó en la cantera mancuniana en 1961 con 15 años. Lo suyo fue llegar y quemar etapas a una velocidad asombrosa. Dos años después, a los 17, Matt Busby le hizo debutar con el primer equipo el 14 de septiembre de 1963. Salió como titular ante el West Bromwich Albion (1-0) en Old Trafford. El estreno no fue brillante, pero en su siguiente partido, el 28 de diciembre de 1963, Best marcó su primer gol en la manita frente al Burnley (5-1). A continuación se ganó un sitio en el once de Sir Matt y vivió una segunda mitad de curso frenética: marcó seis goles más, disputó las semifinales de la FA Cup, conoció por primera vez la magia de las competiciones europeas en la Recopa y debutó con la absoluta de Irlanda del Norte. Todo ello en la 1963/64, su primera temporada en Primera. De vértigo.
De promesa a crack en Da Luz
El crecimiento de Best se aceleró en las dos siguientes temporadas, en las que pasó de promesa a estrella mundial. Ganó la Liga en la 1964/65, campaña en la que protagonizó su primer partido grande. El habilidoso extremo derecho se exhibió en Stamford Bridge, con gol incluido al Chelsea (0-2), y al final del encuentro fue aplaudido incluso por sus propios rivales, algo impropio. Pero la conversión definitiva a figura la alcanzó en el Benfica 1-5 Manchester United de la vuelta de los cuartos de final de la Copa de Europa de la 1965/66: anotó un doblete, le anularon otro gol, asistió a John Connelly para el tercero y, por si esto fuera poco, realizó una jugada estratosférica en la que dejó sentados a cinco encarnados. Best completó el partido de su vida en Da Luz, escenario del que salió transformado en un icono mediático con tan solo 19 años. A Bola le denominó El Beatle. La prensa inglesa lo rebautizó como El Quinto Beatle. Esto escribió The Times: "Best parecía estar enamorado de la pelota y el equipo entero le acompañó mientras él asumía la batuta". Entre tanto, el United, después de pasar por encima del Benfica de Eusébio, partía en la pole para ganar la Copa de Europa del 66. Sin embargo, el Partizán le sorprendió en las semifinales, privándole de jugar la final ante el Real Madrid de los Yé-Yé. George Best y Denis Law, que jugaron la ida tocados, se perdieron la vuelta y los diablos rojos chocaron contra un muro (el 1-0 de Old Trafford resultó insuficiente para remontar el 2-0 de Belgrado). Aquello fue un duro golpe para Best, cuyos dolores en la rodilla le hacían acabar los encuentros cojeando. Decidió operarse y, una vez liberado de las molestias, mostró su mejor fútbol. Del asistente evolucionó al cazagoles en la temporada 1967/68. De esta manera tocó el cielo.
Balón de Oro y campeón de Europa
Los red devils conquistaron el campeonato inglés de la 1966/67 –el segundo y último que ganó Best– y volvieron a la Copa de Europa dos años después del recital de Georgie en Da Luz y de la posterior eliminación ante el Partizán. Esta vez, sin embargo, los de Matt Busby llegaron a la final, donde se volvieron a ver las caras con un viejo conocido, el Benfica. El partido, disputado en Wembley, estuvo reñido hasta la prórroga. Charlton adelantó al United, Graça empató y Eusébio tuvo el triunfo a tres minutos del final, pero Stepney salvó a los de Manchester con un paradón. Best, decisivo, rompió la igualada en la prórroga y Kidd y de nuevo Charlton establecieron el 4-1 final. El United entró en la historia como el primer club inglés en proclamarse campeón de la Copa de Europa, además de honrar a los Busby Babes justo diez años después del desastre aéreo de Múnich de 1958 (Sir Matt, superviviente de la tragedia, volvió a hacer del United un grande de Europa con Charlton, Law y Best como estandartes de la reconstrucción). George Best abanderó realmente este éxito al imponerse en la votación del Balón de Oro de 1968. Sacó 7 puntos a su compañero Bobby Charlton, segundo, y 15 sobre Dragan Džajić, tercero, y además también quedó delante de Beckenbauer, Facchetti, Riva, Amancio, Eusébio, Rivera y Jimmy Greaves, todos ellos en el top-10. Ganar la Copa de Europa y marcar un gol decisivo en la final pesó para llevarse el prestigioso galardón de jugador europeo del año. No obstante, hubo otros tres argumentos importantes: ser elegido jugador del año en Inglaterra, situarse como máximo realizador de la liga inglesa 1967/68 (empatado a 28 goles con Ron Davies) y marcar otros dos goles trascendentales en la Copa de Europa (al Real Madrid en las semifinales y al Sarajevo en los octavos). Best recibió el Balón de Oro con 22 años y se mantuvo como el más joven en ganarlo hasta 1997, cuando Ronaldo Nazário, O fenômeno, se coronó con 21 años. En la actualidad, el norilandés ocupa el cuarto puesto del Balon de Oro más joven de la historia: Ronaldo Názaro (21 años, 3 meses y 5 días), Michel Owen (22 años y 4 días), Leo Messi (22 años, 5 meses y 7 días) y George Best (22 años, 7 meses y 2 días).
"Si hubiese nacido feo, ustedes no habrían oído hablar de Pelé"
Georgie lo tenía todo a los 22 años. Era al mismo tiempo un crack dentro del campo y una celebridad fuera. Todo el mundo quería saber que hacía George Best, exponiéndole a un circo mediático propio de una estrella del rock. Esa bella imagen de Beatle, tan acorde al boom de la época del grupo de Liverpool, le convirtió en hombre-anuncio. Todo transcurrió tan rápido que no asimiló ni gestionó los acontecimientos, solo los saboreó: pasó de jugar con sus amigos de Cregagh a ganar el Balón de Oro y la Copa de Europa y a hacerse rico y famoso en menos de una década. El Balón de Oro y la Copa de Europa deberían haber sido el principio de una carrera prolífica. Sin embargo, fueron el principio del fin. A Best el fútbol le fascinaba desde niño, pero un día dejó de divertirle. Lo ganó todo muy pronto y el ciclo ganador del United se paró en seco. Él perdió interés, saltándose entrenamientos e incluso algún partido. El alcohol, disfrazado de juergas con mujeres, le cortó las alas. Su inmenso talento se mostró entonces de forma intermitente, como por ejemplo cuando marcó seis goles al Northampton en un partido de la FA Cup, aunque poco a poco su irreal situación le arrancó de la elite del balompié. Salió del United, harto de su indisciplina, y experimentó la sensación de jugar en distintos clubes de diferentes países –entre ellos Estados Unidos, Australia y Sudáfrica– en el ocaso de su carrera. ¿Hasta dónde pudo haber llegado? "Si hubiese nacido feo, ustedes no habrían oído hablar de Pelé" dijo en una ocasión. Amenazó el trono de O Rei, pero pagó la factura de la fama bajo la adicción a la bebida. Sin embargo, siempre quedará ese gran Quinto Beatle del Teatro de los Sueños que levantó el Balón de Oro con 22 años. The Best.
Escribir comentario