Ganó 2-3 al Barça en la 2000/01, con dos goles de Víctor Sánchez del Amo y uno de Djalminha
FC Barcelona y Deportivo de La Coruña se han enfrentado 46 veces en la Liga en la Ciudad Condal, con 35 triunfos culés, 8 empates y 3 victorias blanquiazules. Las tres conquistas herculinas llevan la firma del Superdépor de Jabo Irureta, que cogió la medida al fortín culé a principios de este siglo. 2-3 en la 2000/01, 2-4 en la 2002/03 y 0-2 en la 2003/04: tres victorias en cuatro temporadas. En la primera de ellas (17 de febrero de 2001) el Deportivo se llevó una batalla muy disputada: Djalminha adelantó a los de La Coruña, Rivaldo y Luis Enrique pusieron en ventaja al Barça y Víctor Sánchez del Amo le dio la vuelta con un doblete en la recta final. El ex madridista empató en el minuto 76 y tomó el Camp Nou en el tiempo añadido, dotando de épica al primer triunfo coruñés en el feudo azulgrana. La victoria en Can Barça tuvo consecuencias en la lucha por el trono: reforzó la candidatura del Deportivo a reeditar el título y descolgó al Barcelona de la Liga en febrero (el combinado de Serra Ferrer se quedó cuarto, a 11 puntos del Real Madrid, el líder destacado, y a 7 del Dépor, el segundo).
Ciclos opuestos
Joan Gaspart –vicepresidente durante la extensa etapa de Nuñez como máximo mandatario del Barcelona– accedió al sillón presidencial en el verano de 2000, tras ganar unas elecciones marcadas por el fichaje de Luís Figo por el Real Madrid. Que el portugués cruzase el puente aéreo fue como el augurio de la fuerte crisis que se vivió bajo el mandato del nuevo presidente culé. El primer Barça de Gaspart, el de la 2000/01, quedó cuarto en la Liga y fuera de la Champions League en la fase de grupos. Asimismo, el consuelo de jugar una final se esfumó en las semifinales de la Copa de la UEFA y en las semifinales de la Copa del Rey. Cerca del final de curso, Charli Rexach reemplazó a Lorenzo Serra Ferrer, sin que el cambio de entrenador se tradujera en algún título para maquillar una temporada nefasta. No obstante, antes de la debacle final, el Barça de Serra llevaba dieciocho partidos invicto hasta la debacle de Santander, una jornada antes de recibir al Deportivo de la Coruña. El Barça sufrió un duro 4-0 ante el Racing y luego suavizó el temporal con la victoria ante el AEK de Atenas (0-1) en la UEFA, aunque se quedó sin gasolina para el duelo ante los gallegos. De hecho, entre el partido de Grecia y el del Dépor transcurrieron 48 horas.
Por otro lado, distintas corrían las aguas en el Atlántico, testigo de la felicidad de La Coruña. El Deportivo se transformó en el Superdépor, una metamorfosis digna de estudio durante una década prodigiosa. ¿Cómo es posible que, un equipo que poseía un segundo puesto en Primera como mayor logro, quedase campeón de Liga, subcampeón cuatro veces y, además, ganase dos Copas, tres Supercopas y rozase la final de la Champions? La respuesta está en Augusto César Lendoiro, el presidente visionario que levantó un imperio de la nada. Lendoiro llevó hasta Riazor a futbolistas de primer nivel y estos colmaron de noches mágicas al público coruñés. La escuadra que ganó en el Camp Nou es el ejemplo de ello, un Deportivo al alza que venía de ganar la Liga en la 1999/00. Lendoiro mejoró a los campeones con Valerón, Diego Tristán, Molina, Pandiani y Capdevila; estos se unieron a Mauro Silva, Fran, Makaay, Djalminha, Donato, Naybet, Manuel Pablo, Víctor, Scaloni... Irureta tenía una plantilla de cinco estrellas, preparada para todos los frentes. El Deportivo, pese a la derrota ante el Galatasaray en la Liga de Campeones, llegó lanzado a este tramo de la temporada, tal y como demostró en el Camp Nou. El cuadro gallego, de hecho, realizó más puntos en la 2000/01 que cuando fue campeón, pero un Real Madrid excelso le dejó sin su segunda liga seguida.
Serra Ferrer y Jabo Irureta libraron la batalla táctica con el mismo esquema. El 4-2-3-1 con Rivaldo y Djalminha –antiguos compañeros del Palmeiras– por detrás de Kluivert y Makaay, respectivamente. El ex deportivista Rivaldo se presentaba como el antídoto contra las urgencias, mientras que Djalminha le ganó la partida a Valerón en el once. Irureta salió con Djalminha y Emerson. Acertó de pleno. Ambos completaron un excelente partido y, lo más importante, participaron en los tres goles. Djalminha marcó el primero y dio la asistencia del segundo a Víctor; Emerson provocó la falta que desembocó en el tercero de Víctor en el descuento. El once blanquiazul del Camp Nou queda para la posteridad, el primero que ganó en Can Barça: Molina; Manuel Pablo, Donato, Naybet, Romero; Emerson, Mauro Silva; Víctor, Djalminha, Fran; y Makaay. Por parte barcelonista, Serra Ferrer solo presentó una novedad con respecto al once que ganó al AEK. Reiziger por Abelardo como central derecho. El resto, los mismos de Atenas. Serra alineó a Pepe Reina; Gabri, Reiziger, Frank de Boer, Sergi; Guardiola, Cocu; Luis Enrique, Rivaldo, Zenden; y Kluivert. El técnico mallorquín, que prescindió de oxigenar al equipo, tenía en el banquillo a los siguientes jugadores: Dutruel, Cuadrado, Petit, Xavi Hernández, Gerard López, Alfonso Pérez Muñoz y Dani García Lara.
Djalminha adelantó al Superdépor
Cuando dos equipos deciden atacarse, sin que uno de ellos se repliegue de forma descarada, este deporte cobra la esencia de la diversión. El fútbol ofensivo domina la situación, se suceden las llegadas y los goles caen en cantidad. Es lo que sucedió en este duelo vibrante, tan repleto de alternativas y emoción. El conjunto local, sostenido por Luis Enrique, Guardiola y Rivaldo, salió bien parado del toma y daca mientras le duró el físico, aunque el Deportivo siempre dio la sensación de que podía ganar. El principal mérito de los gallegos residió en quitarle la pelota al Barcelona en la segunda parte, obligando al repliegue a un contrincante hecho para dominar a través del balón. El gol de Djalminha en el minuto 5 ya dejó de manifiesto que el campeón acudía a Can Barça dispuesto a sellar una cita con la historia. El brasileño sorprendió a Pepe Reina con un disparo lejano tras una gran dejada de Makaay. El disparo, raso, botó en última instancia antes de colarse en la portería de Reina (19 años, primeros partidos en Primera). Este gol tempranero bajaba a los de Serra Ferrer del tren de la Liga, necesitados de una reacción obligatoria para no perder de vista esos vagones que encabezaban Madrid y Dépor.
Luis Enrique y Rivaldo pusieron 2-1 al Barça
Delante de una situación adversa es cuanto más valiosos son los jugadores con garra. La adrenalina que desprenden contagian al resto hacia los objetivos marcados. Es lo que hizo, como tantas veces, Luis Enrique. En primer lugar, insufló de ánimo a sus compañeros para recuperarse del gol inicial de Djalminha y, acto seguido, tuvo una repercusión decisiva en la reacción. Luis Enrique provocó el penalti que Rivaldo transformó en el minuto 14 y anotó de cabeza el 2-1 en el minuto 34. La llegada de Luis Enrique, los pases milimétricos de Guardiola (asistente en el segundo de Luis Enrique) y la profundidad de Zenden en la izquierda fueron tres de las claves para que el Barcelona fuese acreedor de la victoria. Pero antes de ponerse en ventaja, Víctor y Emerson pudieron adelantar nuevamente al Dépor. Del posible 1-2 se pasó al 2-1. Y casi al 3-1 durante los mejores minutos de los de Serra Ferrer, que transcurrieron del 2-1 hasta el descanso. Rivaldo perdonó entonces el tercero ante Songo'o. Ahí tuvo media Liga el Barcelona. Songo'o, por cierto, reemplazó en el minuto 33 a Molina, lesionado tras un choque con Kluivert. Molina le había arrebatado la titularidad al camerunés, indiscutible hasta la llegada del ex portero del Atlético.
La segunda mitad empezó con otro cambio por lesión. Zenden se retiró y le sustituyó Alfonso. Sin el ex del PSV, el Barcelona perdió a su único extremo y perdió la entrada por los costados. El partido, tras el descanso, ya había cambiado de escenario. El Superdépor pasó a ser el dueño de la situación. Para el campeón de Liga, la derrota era un paso atrás en sus aspiraciones de mantener el trono, por lo que se volcó su largas posesiones sobre las inmediaciones de Reina. Manuel Pablo atacaba por el flanco derecho, Djalminha aparecía en todos los frentes, Emerson subía con peligro y Valerón, que entró por Fran, también se sumó a la fiesta. El Barcelona, por el contrario, ya no fue ese combinado voluntarioso de antes. El dominio de los de Irureta, la renta favorable y el cansancio le llevaron a cerrar filas. Guardó, en torno al repliegue, un resultado que le valía como oro en paño y explotó el contraataque. No obstante, pese a que estuvo a merced de los de La Coruña, Rivaldo pudo darle el triunfo al Barcelona en la jugada anterior al tercer gol del Deportivo. Pero Songo'o, providencial en su salida, evitó con el pie que el disparo de Rivaldo se convirtiera en el gol que hubiese dado la vida a los de Serra Ferrer.
Víctor dio el primer triunfo en el Camp Nou
Los de Irureta maduraron el partido con paciencia y pusieron la puntilla al final. Víctor Sánchez del Amo, que ya probó a Reina en la primera parte, consumó su recital marcando los dos goles que decidirían una contienda apasionante. En el 2-2 recibió un fantástico pase entre líneas de Djalminha y superó a Reina con un disparo colocado con la izquierda desde la corona del área. El 2-3 lo marcó de falta (Emerson fue cazado en la contra posterior a la ocasión de Rivaldo ya mencionada). El laboratorio de Irureta sorprendió en el golpe franco: Mauro Silva dio un toque a la derecha y Víctor puso el balón directo a la escuadra por el palo corto. Lo que hizo Mauro Silva fue darle ángulo a Víctor por el palo opuesto al que el portero esperaba el disparo. El ex centrocampista del Real Madrid se convirtió en el héroe de una jornada histórica para el combinado de La Coruña. La primera vez que el Deportivo ganó al Barcelona el Camp Nou. La escuadra blanquiazul, de esta forma, reforzó en su segunda posición y dejó a los Serra Ferrer. Sin prácticamente opciones de ganar la Liga.
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