Goleó 0-10 a la Constel.lació Esportiva de Andorra en la Copa de la UEFA de la 2000/01
Un momento único que siempre se recordará en el corazón del barrio de Vallecas. El primer partido del Rayo Vallecano en competición europea. Ocurrió el 10 de agosto de 2000 en el Estadi Comunal de Andorra. El combinado de Juande Ramos goleó 0-10 a la Constel.lació Esportiva en la ida de la eliminatoria inicial de la Copa de la UEFA y sentenció el pase a falta de la vuelta en Vallecas. Así comenzó el memorable viaje rayista por el viejo continente. Desde la ronda previa hasta los cuartos de final, con el colofón de situarse entre los ocho mejores de la UEFA de la 2000/01.
La fuerza de un barrio obrero trasladada a un equipo de fútbol siempre cercano a los suyos. Vallecas ha nutrido al Rayo de su espíritu de lucha y sacrificio y, con estos valores, el club franjirrojo ha subido escalafones a lo largo de los años. Todo empezó con el primer ascenso a Primera en la 1976/77. El Rayo se agarró a la máxima categoría durante tres temporadas seguidas y se ganó el apelativo de Matagigantes. Después cayó a Segunda y le costó casi una década regresar a la élite. Pero, a partir de entonces, su historia cambió y sumó el grueso de sus 19 campañas en Primera. En algunas ocasiones se quitó la etiqueta de modesto y alcanzó cotas inimaginables. Como la historia que nos ocupa, el mejor capítulo del Rayo.
A sus 76 años de historia, la escuadra vallecana cumplió el sueño de jugar en Europa. Juande Ramos cogió al Rayo en Segunda y lo llevó hasta los cuartos de final de la Copa de la UEFA. Todo ello en tres temporadas de vértigo: ascenso a Primera en la 1998/99, clasificación para Europa vía sorteo por Fair Play en la 1999/00 y la UEFA en la 2000/01. El pase a Europa no fue sino la consecuencia de la excelente campaña anterior, refrendada con el histórico liderato durante las jornadas 4, 8, 10 y 11 y con el noveno puesto final. El azar hizo el resto y premió al Rayito con una experiencia única.
Ni Europa central, ni Europa del Este, ni los países británicos, ni los mediterráneos. Que el estreno europeo fuese en Andorra ofrecía la sensación de amistoso veraniego ochentero con stage al país de los Pirineos. Nada más lejos de la realidad. El Rayo, en un momento tan simbólico, dejó las chanclas en el hotel y se puso el traje de gala. El respeto a la Constel.lació Esportiva, equipo aficionado, se tornó jugando al nivel del propio Rayo. Con competitividad y nobleza. Los diez goles resolvieron el cruce a las primeras de cambio y dejaron la vuelta en un mero trámite. Los jugadores, por su parte, sintieron el calor de los aficionados franjirrojos que se desplazaron hasta el Comunal. La presidenta María Teresa Rivero agradeció el apoyo y se fotografió junto a los hinchas.
Juande Ramos sorprendió dejando fuera del once a Cota. El eterno capitán denotó tristeza en el banquillo al no ver refrendados sus 20 años en el club en un momento tan importante. No obstante, en la segunda parte sí tuvo minutos con los que sentirse participe de este momento especial. Juande, en realidad, sacrificó a un defensa (Cota) para sacar este once ultra ofensivo: Keller; Alcázar, De Quintana, Mingo; Quevedo, Poschner, Luis Cembranos, Míchel; Glaucio, Bolić y Bolo. La consigna pasaba por adueñarse del balón y atacar para aprovechar la superioridad. El 3-4-3 acentuó dicho propósito. La Constel.lació, por contra, lo basó todo a protegerse en torno al 5-4-1. Pero el sistema defensivo de los de Luis Blanco cayó cual castillo de naipes ante el vendaval vallecano.
Míchel y Luis Cembranos anotaron los dos primeros goles antes de la media hora. Histórico Míchel: el primer gol del Rayo en Europa llevó la firma de un canterano. Una vez batió a Ignacio González se marchó al banquillo y le dedicó el tanto a Cota. Detalle al capitán por su suplencia: la conexión entre dos rayistas de la casa. El Rayo, por lo tanto, encauzó la eliminatoria con los goles de Míchel y Luis Cembranos y, definitivamente, rompió a la Constel.lació con dos dobletes de Bolić y de Bolo antes del descanso. 0-6, el Rayo puso la directa y resolvió en los primeros 45 minutos. Quedaba la segunda parte y, pese a que bajó la intensidad, llegaron los restantes cuatro goles. Bolić cerró su cuenta con un póker, Míchel con un doblete y Pablo Sanz marcó el 0-10 final. Por su parte, en la vuelta en Vallecas, el Rayo ganó 6-0 a la Constel.lació y cerró su primera cita continental con un global de 16-0.
La Constel.lació desapareció después de jugar ante el Rayo
Solo tuvo años de vida. Se fundó en 1998 y desapareció dos años después, a continuación del partido de Vallecas. La fugaz Constel.lació Esportiva nació como un proyecto ambicioso y pionero en el Principado, con una escuela de fútbol en Andorra y otra en Camerún, supervisada esta última por el ex portero internacional camerunés Tommy N'Kono. El club estaba destinado a marcar un antes y un después en el país de los Pirineos, pero la Federación Andorrana le expulsó de la Primera División durante siete años alegando presuntas irregularidades económicas. Ante dicha medida excepcional e inédita (única en Andorra) no quedó otra que echar el cierre. La Constel.lació se apagó del firmamento hace ya 21 años, después de ganar sus primeros títulos y estrenarse en Europa.
El Alavés eliminó al Rayo en los cuartos de final
El Rayo Vallecano, después del plácido duelo inicial, se encontró con rivales cada vez más difíciles. Sin embargo, avanzó rondas y se convirtió en una de las revelaciones. Eliminó a Molde, Viborg, Lokomotiv de Moscú y Girondins de Burdeos. Después se enfrentó al Alavés en unos cuartos de final con acento español. El combinado de Mané, posterior subcampeón de la UEFA, acabó con el sueño rayista. El Rayo cayó con la rabia de no alcanzar las semifinales, aunque con el orgullo intacto de haber realizado una formidable Copa de la UEFA en su primera y única participación en Europa. Ese sueño que empezó en Andorra acabó en los cuartos de final. Viaje inolvidable del Rayito.
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