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Lothar Matthäus, el panzer del Bayern

 

Esta es la carta de presentación de Lothar Herbert Matthäus: campeón de la Copa del Mundo con Alemania en 1990, Balón de Oro en 1990, FIFA World Player en 1990 y 1991, futbolista con más partidos (150) con la National Mannschaft y el único jugador germano que ha participado en cinco Mundiales. La grandeza de un Loddar que lo ganó casi todo. Solo se le resistió la Copa de Europa.

 

Lothar Matthäus se inició en el Borussia Mönchengladbach, del que es hincha y en el que se jugaba su ídolo (el ex madridista Günter Netzer). Con Los Potros dispuso de una irrupción precoz con Jupp Heynckes como técnico y, a sus 23 años, llamó la atención del Gigante de Baviera. Fichó por el FC Bayern con la ambición de ganarlo todo y casi lo consiguió durante sus dos etapas distintas en el club. En la primera conquistó tres Bundesligas seguidas y una Copa alemana junto a Rummenigge,  Hoeness, Augenthaler, Pfaff, Brehme, Wohlfart... Este Bayern llegó a la final de la Copa de Europa en 1987, pero le superó el Oporto de Futre y Madjer. Primera espina clavada. El entonces dorsal '8', por cierto, se desempeñaba como un todoterreno vigoroso que abarcaba todo el centro del campo. Un portento físico. Sin embargo, lo que le diferenciaba era su faceta de llegador: 17 goles en la 1984/85, 11 en la 1985/86 y 21 en la 1987/88. La versión más realizadora de Matthäus. 

 

En 1988 estaba más que consagrado como uno de los top mundial. Ese mismo año fichó por el Inter de Milán y alcanzó su mejor nivel. Guio a los nerazzurris a conquistar la Copa de la UEFA y el Scudetto en una Serie A de una dimensión colosal. El medio coincidió en el conjunto italiano con Jürgen Klinsmann y Andreas Brehme, el denominado Inter de los alemanesTrapattoni, entrenador neroazzuro, le reservó el dorsal '10' y le convirtió en un futbolista más completo, capaz de manejar con soltura la pierna mala, la izquierda. El técnico italiano, junto a Franz Beckenbauer, influenciaron tremendamente la carrera de Matthäus. El Kaiser, en ese momento seleccionador alemán (también fue su técnico en el Bayern, posteriormente), le potenció mentalmente y le mostró las facetas para convertirse en un capitán ejemplar. 

 

El panzer alemán dio por finalizado su periplo en la Serie A en 1992 y regresó al Bayern. Sobrepasados los 30 años, retrasó su posición y, en el Mundial de 1994, inició su conversión final a líbero, una demarcación que ejemplificó Beckenbauer en los 70. Matthäus lideró a la defensa con jerarquía y organizó el juego desde atrás. Sin embargo, su principal virtud residió en mantenerse a un alto nivel hasta casi los 40 años, pese a que las lesiones le lastraron. Buena muestra de ello es la elección como Futbolista Alemán del año en 1999. ¡Con 38 años! Matthäus, en esta segunda etapa, ganó la Bundesliga en 1994, la Copa de la UEFA en 1996 y tres Bundesligas en 1997, 1999 y 2000. Sin embargo, se resistió de nuevo la Champions y, esta vez, de la forma más cruel ante el Manchester United. Con los goles de Sheringham y Solskjaer en el tiempo añadido, que hicieron inútil el tanto inicial de Basler. Hitzfeld sustituyó a Matthäus a diez minutos del final y este presenció desde el banquillo, impotente, como se escapaba el único título que le faltaba. Matthäus dejó el Bayern en 2000 (4-1 ante el Real Madrid en la Champions como partido de despedida) y, un año después, el Bayern ganó la Champions... Como broche final vivió una última aventura en el Metro Stars estadounidense (2000/01), donde colgó las botas uno de los mejores jugador germanos de la historia. Matthäus.

 

 

Los recitales de Matthäus en el Mundial de Italia 1990

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