Los de Burdeos voltearon el 2-0 de San Siro con dos asistencias de Zizou a Dugarry
Zinedine Zidane se mostró por primera vez a Europa con el Girondins. El Burdeos subcampeón de la Copa de la UEFA 1995/96. El centrocampista francés marcó un golazo al Betis en el Benito Villamarín desde 40 metros y completó otra actuación para enmarcar frente al Milan de Fabio Capello en el Stade Chaban-Delmas. El Girondins venció 3-0 a los rossoneri y volteó el 2-0 de San Siro con dos goles de Christophe Dugarry fabricados por Zizou. La primera gran remontada de Zidane en Europa. El partidazo que dio valor a este Burdeos de Zidane, Dugarry y Lizarazu.
Eranio y Roberto Baggio habían sellado la derrota de le club au scapulaire en la ida. Aquel Milan post-Sacchi –campeón y subcampeón de la Champions en 1994 y 1995– partía como favorito para llevarse la UEFA. Basta con recordar el tremendo once que presentó Fabio Capello en Burdeos para comprender la magnitud de la gesta de les girondins; Ielpo; Panucci, Costacurta, Baresi, Maldini; Eranio, Vieira, Desailly, Donadoni; Weah y Roberto Baggio. ¿Quién imaginaba la remontada ante semejante Milan y con un 2-0 en la ida?
De la Intertoto a la final de la UEFA
Tras quedar séptimo de la Ligue 1 en la temporada anterior, el Girondins atravesó una interminable travesía por Europa. Empezó el 1 de julio de 1995 con una goleada (6-2) al Norrköping en la Copa Intertoto y acabó el 15 de mayo de 1996 con la derrota ante el Bayern (1-3) en la vuelta de la final de la Copa de la UEFA. El cuadro francés accedió a la Copa de la UEFA por la vía de la extinta Intertoto y quedó subcampeón de la competición.
El Girondins ya avisó de lo que era capaz eliminando a un muy buen Betis de en los octavos. Ante el Milan, en el Stade Chaban-Delmas, el técnico Gernot Rohr presentó este once que forma parte de la historia del club: Huard; Toyes, Friis-Jansen, Dogon; Dutuel, Lucas, Zidane, Witschge, Lizazaru; Dugarry y Tholot. Además de Zidane, Dugarry y Lizarazu, Rohr también contaba con Richard Witschge (ex FC Barcelona), Daniel Dutuel (ex Celta de Vigo y Real Valladolid) y Gaetan Huard (ex Hércules de Alicante).
Dos goles de Dugarry, dos asistencias de Zidane
Cuando el balón echó a rodar, les marines et blancs salieron sin complejos. Al ataque. Necesitaban goles y precisaban de profundidad y creatividad para encontrarlos. Bajo la batuta de Zidane, se hicieron con el balón e impusieron un ritmo alto. El Milan, por su parte, realizó un planteamiento conservador, en torno al contraataque y a su típica defensa férrea. Pero el Girondins no tardó en romperla. El primer gol, obra de Tholot, llegó al cuarto de hora. El 1-0 llegó precedido de una buena acción en la izquierda de Lizarazu, que empezaba a demostrar el gran lateral que sería. El Girondins se marchó al descanso a un gol de igualar la eliminatoria y, en la segunda parte, dio la puntilla a los rossoneri. La clave, los dos goles en seis minutos: 64 y 70. Zidane asistió a Dugarry en ambos. 3-0. El conjunto galo había realizado lo que parecía improbable. No obstante, al combinado transalpino aún podía revertir la catástrofe. Un gol le clasificaba. Lo buscó en los restantes minutos, pero Huard cerró la puerta. 3-0 y proeza de los de Burdeos.
Dugarry se llevaría los focos por los dos goles, pero Zidane, dorsal 7 a la espalda, fue el que se echó el equipo a la espalda y dirigió la remontada. El Girondins, cada vez que recuperaba el balón, armaba las transiciones con rapidez y buscaba a Zidane o a los laterales. Funcionó a la perfección. Entre Zidane, Dugarry, Witschge, Dutuel y Lizarazu descosieron a los de Fabio Capello. Zizou empezó tímido, pero creció conforme avanzaron los minutos y realizó un partido completísimo. Zidane demostró personalidad ante defensas de tanto nivel como Baresi, Maldini y Costacurta. Tan curtidos y de tanta jerarquía. Hasta les bailó con alguna de sus típicas acciones tan de ballet.
Después, el Girondins eliminó al Slavia de Praga en las semifinales y se enfrentó al poderoso Bayern de Múnich en la final. El conjunto alemán se llevó el título con un 5-1 en el global de la eliminatoria. En la ida, en el Olímpico de Múnich, el Bayern venció 2-0 a un Girondins mermado por las ausencias de Zidane y Dugarry. En la vuelta, de nuevo con Zidane y Dugarry, el Bayern aprendió la lección del Milan, venció 1-3 y se proclamó campeón. El cuadro de Burdeos, sin embargo, ya había hecho historia llegando tan lejos desde la Intertoto. El Girondins de Burdeos fue la gran sensación de la temporada y Zizou, elegido jugador del año en Francia, lanzaría su carrera en la Juventus. En el Girondins-Milan, Zinedine Zidane comprobó lo lejos que podía llegar. Y llegó. Más aún de lo que él creía.
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