La Real de las dos Ligas venció 2-0 al Sporting CP y remontó el 1-0 del José Alvalade
16 de marzo de 1983: noche memorable en Donosti. La Real Sociedad de las dos Ligas eliminó al Sporting de Portugal y accedió a las semifinales de la Copa de Europa, su mejor participación en competiciones europeas hasta la fecha. La Real venció 2-0 al conjunto sportinguista en Atotxa y remontó el 1-0 del José Alvalade, con goles de Juanan Larrañaga y José Mari Bakero. Para la posteridad.
El gol de Manuel Fernandes en la ida, obligaba a la remontada en un Atotxa hasta la bandera. En una cita de cuartos de final de la Copa de Europa, la afición abarrotó las gradas de cemento del mítico estadio donostiarra y marcó el primer gol. Razones para creer no faltaban. La Real Sociedad había logrado dos Ligas consecutivas y era uno de los equipos del momento. Con Arconada como líder de esta magn´ífica generación surgida de Zubieta. Una Erreala repleta de canteranos, la arraigada seña de identidad de club: Zubieta, Donosti, Guipúzcoa. Alberto Ormaetxea dirigió a esta Real y la guió hasta los mejores registros de su historia. Ormaetxea dispuso el siguiente once ante el Sporting: Arconada; Murillo, Larrañaga, Kortabarria, Bixio Górriz, Olaizola; Zamora, Diego, Bakero; López Ufarte y Peio Uralde.
Por su parte, el Sporting Clube de Portugal, conocido también como Sporting de Lisboa, venía de lograr el doblete (Liga y Copa) de Portugal en la campaña anterior. En la 1982/83, el objetivo era asaltar el trono de mejor equipo de Europa que estaba en poder del Aston Villa. El Sporting contaba con el carismático António Oliveira en funciones de entrenador-jugador. De hecho, en el once que confeccionó estaba él mismo: Mészáros; Festas, Zezinho, Kikas, Nogueira; Lito, Carlos Xavier, Carlos Freire, António Oliveira; Manuel Fernandes y Ademar. Asimismo, un joven Carlos Xavier formaba parte del centro del campo lisboeta. Carlos Xavier, años más tarde, jugó en la Real Sociedad junto a otro portugués, Oceano, que, por cierto, también formó parte del Sporting. Varios vínculos entre ambos clubes.
Superioridad en el fortín de Atotxa
El partido se desarrolló según el guión previsto. Con la Real Sociedad saliendo a por el Sporting. Sin contemplaciones. Y con el Sporting replegado, buscando el contraataque. Un gran Jesús Mari Zamora, que se había recuperado de una lesión, marcó el ritmo y López Ufarte encimó a la defensa portuguesa con sus regates. Este último fue objeto de un posible penalti que el árbitro pasó por alto al poco de empezar el partido. Los de San Sebastián, de hecho, no tuvieron fortuna con Nicolae Rainea. El colegiado rumano también pasó por alto un gol de Peio Uralde por una rigurosa falta previa de Kortabarria al portero. Al final, la Real Sociedad no lamentó estas acciones...
La Erreala, en todo caso, hizo caso omiso de la polémica y se dedicó a lo suyo. Jugar. Fruto del dominio, encontró el gol que nivelaba la eliminatoria cerca del descanso. Lo anotó Juanan Larrañaga de libre directo. Un cañonazo que super´ó al meta húngaro, Mészáros. Con el marcador favorable, el conjunto donostiarra jugó con inteligencia y, en la segunda parte, José Mari Bakero dio la estocada en el minuto 68. Con 2-0, Arconada cerró su marco, la Real conservó el valiosísimo 2-0 y logró el pase a las semifinales. Atotxa lo celebró por todo lo alto. En las semifinales, la Real se midió al Hamburgo y sufrió el infortunio arbitral por un gol en fuera de juego que le privó de la final.
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